Grecia intenta ingresar en el mercado de los carros de superlujo con el Caos, uno de diez cilindros, capaz de llegar a 500 kilómetros por hora y cuyas partes mecánicas no fueron fundidas sino impresas en 3D.
Grecia intenta ingresar en el mercado de los carros de superlujo con el Caos, uno de diez cilindros, capaz de llegar a 500 kilómetros por hora y cuyas partes mecánicas no fueron fundidas sino impresas en 3D.