El sistema de votación electrónica de Venezuela es, en teoría, más seguro que el de Colombia: El votante es identificado con sus huellas dactilares, luego la máquina le muestra el tarjetón en una pantalla táctil en la que él escoge.
La máquina registra su voto e imprime un comprobante, que el elector debe depositar en la urna en la que se hará el conteo manual y éste debe coincidir con el acta que la máquina imprime para cada jurado al cerrar la votación y enviar su reporte para que el Consejo Nacional Electoral que debe oficializar los resultados, pero ya se ha dado el caso en que se pierde hasta un millón de votos.