Las potencias del mundo y los países árabes están en intensos intercambios diplomáticos con el propósito explícito de amainar o evitar una escalada en la guerra de Israel y Hamás. Se destacan tres actores: Francia, Egipto e Irán.
Irán le hizo un ultimátum: que si no se suspenden los bombardeos en Gaza, se abrirán otros frentes de guerra para Israel; Francia le echó la culpa de cualquier escalamiento y Egipto intenta negociar no sólo la liberación de los secuestrados de Israel, sino también un tránsito seguro para toda la ayuda que se necesita en Gaza.