Dos jefes de estado tuvieron que comerse sus palabras hoy ante el vertiginoso avance del coronavirus en sus países. Por una parte, Trump reconoció que pronto tendrá que aceptar la cuarentena total en tres estados de la unión y, de otro lado, López Obrador, de México tuvo que reconocer que la Virgen de Guadalupe no es suficiente para detener el contagio y les pidió a los mexicanos quedarse en casa.