Aunque el autor material del asesinato del artista callejero Felipe Becerra nunca pudo ser localizado ni por la Policía ni por la Fiscalía, ya sólo esperan sentencia los que organizaron una tramoya oficial para mostrar a la víctima como delincuente y justificar así el crimen.
El comandante del prófugo, el coronel Nelson Arévalo espera sentencia por haber urdido el plan y el abogado al que la Policía protegió durante todo el proceso, por sembrarla en la escena del crimen.