El primer miembro del cuerpo que juzgará la ética de los abogados es un abogado con cuentas pendientes con la justicia como gobernador de Boyacá y personero de Bogotá que, si no hubiera sido nombrado por el congreso, tendría que responder en juicio por su papel en los negocios de Odebrech.
El representante Garmán Vavas dice que en el nombramiento no se actuó de buena fe, pues el congreso que lo eligió y el presidente que lo postuló, sabían que como magistrado ya no tendría que responder al juez que lo llamó a juicio.