La polémica iniciada por la frase del presidente Petro en que fustiga a la cementera Argos por haber adquirido tierras despojadas a los campesinos tiene sustento en sentencias judiciales.
Cementos Argos negó haber adquirido predios conociendo que eran despojados y dijo que había actuado de buena fe, pero los fallos de los jueces indican que es imposible que esa organización no conociera lo que pasaba en los años del paramilitarismo y la guerrilla.