Jorge Pretelt, expresidente de la Corte Constitucional, declarado indigno y despojado de su investidura, gozaba de plena salud hasta el pasado 4 de mayo, cuando fue capturado por la Fiscalía para pagar su condena. Pero desde entonces dice estar tan enfermo que no puede ser trasladado a una prisión.
Las fotos en sus redes sociales dan cuenta de que tenía alientos para celebrar y tomar licor hasta la víspera. Médicamente sólo se ha probado que está deprimido y estresado, como es natural para un convicto recién ingresado al sistema, pero aún no paga su primer día de cárcel.