En octubre de 2019 comenzó a correr el término de 90 días que la Fiscalía tenía para imputar por soborno a testigos a Álvaro Uribe. La Fiscalía ha fracasado en dos intentos por precluir su caso y hoy, en enero de 2024, aún no tiene fiscal asignado..
Lo mismo está ocurriendo con el caso de su hermano, a quien la Fiscalía comenzó a investigar en 1997, lo juzgó en audiencia pública en 2018, pero hasta el día de hoy el juez no ha pronunciado un veredicto.