El mismo senador Ramírez gestionó para quien resultó ser su cómplice en este caso la imposición de la Gran Cruz del Congreso y en el acto de imposición le pidió a Dios que le permitiera a él seguir desarrollando sus “habilidades”.
El mismo senador Ramírez gestionó para quien resultó ser su cómplice en este caso la imposición de la Gran Cruz del Congreso y en el acto de imposición le pidió a Dios que le permitiera a él seguir desarrollando sus “habilidades”.