Para sorpresa de todos los actores del caso Uribe, la juez de la causa reconoció en principio que su exilio y el de sus hijos, tiene una relación directa con los delitos que hacen parte del proceso, pero aún no la terminación de su contrato laboral.
Aunque la juez no lo considera aún un hecho demostrado si tiene como indicio claro el hecho de que días después de que Álvaro Uribe se pusiera a averiguar dónde trabajaba ella, recibió una carta en la que la empresa aceptaba indemnizarla por despedirla sin ninguna razón justificada.