El año pasado, 2024, estuvo marcado por extremos climáticos que evidenciaron la fragilidad del país… Desde sequías históricas que obligaron a racionamientos de agua en Bogotá, hasta inundaciones cíclicas de La Mojana, los fenómenos naturales pusieron en jaque a comunidades, cultivos e infraestructuras. 2025 comienza con la incertidumbre climática, con las experiencias del año pasado y con una alerta de poblaciones y comunidades vulnerables frente al cambio climático.