Los padres de familia de un colegio del sur de Bogotá están dispuestos a plantarse frente a él hasta que la secretaría de educación remueva al rector, a quien durante quince años le han contado de los abusos a los que el profesor de música somete a sus alumnas.
Según los familiares, el rector conoce por denuncias de ellas de las conductas del profesor, pero dice que lo que él llama un “manoseo” no da para echarlo porque además lleva treinta años en la institución.