Uno de los policías que asesinó a golpes y descargas eléctricas a un vecino del barrio Modelia de Bogotá en 2020 fue condenado esta semana a 40 años de prisión que podría no cumplir nunca, pues desde que un juez lo autorizó para atender el juicio en libertad se escapó.
Uno de sus compañeros que admitió su participación en el homicidio recibió la mitad de la condena que le impusieron a su colega que desde hoy se considera prófugo.