Al iniciar el juicio contra los 24 militares que ejecutaron una masacre en el Alto Remanso de Leguizamo Putumayo la fiscalía se percató de que cinco de ellos estaban prófugos.
Se dice que el de mayor jerarquía, el coronel Mauricio Salgado, estaría viviendo en Estados Unidos y que dos de los soldados habrían muerto en México trabajando como contratistas militares.