Policías de Medellín viajaron en crucero y pagaron rumbas lujosas en su ciudad, por cuenta de los cobros que le hicieron al gobierno para pagar a un testigo con información de la Oficina de Envigado que nunca le llegó a él como recompensa.
Él le informó del fraude en su contra al coronel Ferney Martín, de la DIJIN en Bogotá, que optó por bloquearlo en su celular. El testigo hoy se esconde al mismo tiempo de los sicarios de la oficina de Envigado y de los policías que se gastaron en fiestas los pagos que a él le habían prometido.