Dos menores, de 15 y 17 años afrocolombianos también fueron secuestrados y fusilados por miembros de la banda Clan del Golfo, que ya había expulsado a sus familias y a los demás desmovilizados de la zona, de una ruta selvática que quieren despejar para transportar cocaína.
La banda que asesinó a los dos niños ya había atacado el espacio territorial de paz en el que vivían los padres de ellos, que se desmovilizaron como combatientes de las FARC.