Ninguno de los cinco muertos ni los catorce heridos en la masacre de anoche en el deprimido barrio Villanueva de Barranquilla tenía anotaciones judiciales ni policiales. No obstante, ellos fueron víctimas de una guerra de bandas criminales.
La policía asegura que los sicarios querían matar a Digno Palomino, jefe de la banda de Los Pepes, que está en guerra con la banda de los Rastrojos Costeños, pero también dice que las víctimas no son criminales.