Luego de identificarse como reportero en el cubrimiento de las protestas en Bogotá, un periodista recibió el impacto de una granada en su cabeza de parte de un agente del ESMAD… Y cómo él, otros 46 fueron atacados por policías.
El casco que desde este año hace parte de la dotación de periodistas asignados a las protestas fue lo que le salvó la vida, él está seguro que, si no lo tuviera, lo habrían matado el disparo de una granada.