Mientras el presidente de la Cámara de Representantes negaba la presencia de la candidata a la contraloría Mónica Certaín en el capitolio, ella intentaba convencer a los policías de que, aunque no tuviera invitación, ella tenía un turno de la palabra en la plenaria.
Ella no recibió ninguna notificación, le avisaron sus compañeros que vieron el único anuncio oficial en Twitter, llegó a mototaxi, pero ni siquiera su nombre estaba en la lista de invitados. El presidente del Congreso dice que para arreglar el daño prometió mandar un video suyo a los representantes.