En Cali, la tercera ciudad en número de habitantes en el país, la situación social fue tan caótica como la de Bogotá.
Aunque el alcalde Jorge Iván Ospina inauguró la jornada a la medianoche, pasado el mediodía, tuvo que ordenar el cierre temporal de algunos grandes almacenes de cadena, por la avalancha de compradores imposible de contener.