En resumen, el arma, si se usa en los términos del manual, es menos letal que un arma de fuego, no causa lesiones permanentes y estaba en manos de un oficial con mando. Se trata entonces de saber si se cumplió el protocolo en el caso de Dilan; si el oficial apuntó con intención menos letal y si era posible, en ese momento, juzgar que Dilan constituía un peligro.