Un comisario autorizó que Gabriel González, a pesar de las denuncias en su contra por violencia intrafamiliar, sacara a su hijo de casa y lo llevara a Melgar, donde había planeado y ejecutó su asesinato. A propósito de esta falla, quienes conocen el sistema dicen que ahí se reflejaron sus debilidades.
Para los abogados que litigan en derechos de familia, está claro que los comisarios pueden decretar medidas inmediatas de protección para ellos, pero el sistema está tan débil que no tienen razones para creer que casos como el del niño Gabriel no se repitan.