El sábado pasado se produjo el traslado de alias Ober, jefe de la organización criminal que amenaza, extorsiona y asesina a choferes de transporte público, desde el centro de comunicaciones que tenía habilitado en la cárcel de Cómbita, sin que el INPEC comenta lo hallado en su celda.
Los politólogos dicen que las dificultades de la alcaldía para enfrentar a alias Ober parten del hecho de que se niega a reconocer que en su área metropolitana hay crimen organizado.