Las autoras de la pieza periodística que denunció al director de cine Ciro Guerra recibieron el respaldo de la Corte Constitucional, que contrario a lo que decía el cineasta, reportaron las circunstancias de ocho ataques sexuales con rigor, pero protegiendo la identidad de las víctimas.
La sentencia además se constituye en una defensa del periodismo investigativo, pues brinda la claridad de que el rigor periodístico no consiste en atribuirle sus hallazgos a una fuente identificada.