Otra vez Colombia y Nicaragua cruzaron argumentos en torno a las aguas aledañas al archipiélago de San Andrés. Nuestro país basó su argumento en la narración de un raizal de San Andrés sobre el cambio que los límites definidos en la Haya ocasionaron a su vida.
El vocero de Colombia en La Haya sostiene que más allá de lo que digan las sentencias, los raizales de San Andrés tienen un derecho ancestral a pescar en el área que está siendo cercenado por Nicaragua.