Uno de los más entusiastas promotores del grafiti censurado y viralizado es James Zuluaga, quien en las obras de un proyecto que llevaba en la Comuna 13 de Medellín encontró hace cuatro años la primera osamenta, pero que tuvo que huir de Medellín amenazado.
Él le atribuye la situación de riesgo que vive a dos concejales negacionistas de Medellín, una de ellas es la exfiscal Carrasquilla, que en su momento usó su autoridad judicial para detener las búsquedas.