Además de la emergencia por el Covid-19, el Cauca vive otra preocupación mayor: asesinatos selectivos de líderes sociales y guerra entre pandillas de narcotraficantes que el Estado no ha podido controlar.
De ayer a hoy fueron asesinados los líderes campesinos Teodomiro Sotelo y Andrés Cancimance, que no era el objetivo de los sicarios, sino su esposa, pero él recibió los disparos cuando no la encontraron.