El gobierno anunció, en el marco de la Cumbre de Cambio Climático de Glasgow que sometería a la aprobación del Congreso el tratado de Escazú, que protege a defensores del medio ambiente, pero ya no hay tiempo en esta legislatura y podría ahogarse.
Eso es precisamente lo que dicen los ambientalistas, que la voluntad del gobierno era hacer un gesto, que además contradice sus posiciones en el país, frente a los presidentes reunidos en Escocia.