La supuesta botella con el cianuro que mató a Alejandro Pizano no tenía sus muestras biológicas, sino las de su padre, el testigo estrella del caso Odebrecht que había muerto dos días antes.
El entonces fiscal Martínez Neira le hizo a la familia Pizano una visita de pésame en la que ésta le entregó un IPad con las pruebas del caso Odebrecht cuando aún confiaba en él, pero éste lo devolvió