Mientras las autoridades civiles y militares dan parte de tranquilidad a los pobladores rurales de Bojayá, que han denunciado presiones paramilitares, ellos insisten en que hay por lo menos 120 familias confinadas a la fuerza, sin poder salir ni trabajar.
En entrevista con Noticias Uno también dijeron que no confían en los uniformados colombianos y que prefieren la presencia de Naciones Unidas.