En respuesta a las lluvias y sequías que afectaron al país en 2024, el gobierno colombiano declaró el estado de desastre nacional, recursos se han movilizado para la ayuda humanitaria, activando planes de evacuación y reparando infraestructuras clave. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la magnitud de la crisis sigue superando la capacidad de respuesta.
