Un firmante de la paz contradijo a sus antiguos jefes en la guerrilla y se ganó de su parte el apelativo de “disidente”… Las cúpulas de la policía y la Fiscalía aprovecharon el adjetivo para abrirle un prontuario criminal que sus compañeros de trabajo y estudio desmienten…
Sus compañeros de las FARC saben que su disidencia es al partido y que él no hace parte de las disidencias, pero se han negado a aclarar sus afirmaciones y, por el contrario lo estigmatizan, en una actitud que la senadora Victoria Sandino califica como propia de sus contradictores de la extrema derecha.