Organizaciones cuyas sedes fueron destruidas con el carro bomba de Arauca, fueron victimizadas con la reivindicación del atentado por parte de las disidencias de las FARC, pues en éste se le señala como colaboradores del ELN. Ellos piensan que hay una alianza extraña de esa exguerrilla con fuerzas institucionales que hace tiempo tratan de posicionar esa calumnia contra ellos.