La madre de los niños sobrevivientes de la jungla había sido objeto de maltratos por parte del padre de los dos menores, quien terminó admitiendo que la había golpeado, pero “muy pocas veces, en medio de sus borracheras” dicen uno de sus familiares.
Los demás miembros de la familia no respaldan las peticiones que le hace él al gobierno de una casa para criar a sus hijos y, por el contrario, han denunciado ante la guardia indígena los tratos de los que era objeto la mamá de los niños.