Al menos tres de los cinco pescadores que el ELN secuestró y liberó en el Magdalena Medio tienen cuentas pendientes por la justicia como partícipes en bandas criminales de la zona y ahora que están libres han amenazado a sus denunciantes.
El papá de uno de ellos visitó a una persona que lidera la comunidad diciéndole que si el ELN no devolvía a su hijo le mocharía la cabeza y la tiraría al río, y las amenazas no han amainado luego de que los soltara esa banda.