Las fosas en las que habrían sido inhumados los restos de centenares de víctimas de paramilitares y guerrilla en Aguachica, Cesar, están siendo abiertas por fuera de los protocolos que respaldan el derecho de las víctimas.
La diligencia se hizo bajo presión judicial y con el propósito de que al supuesto dueño le certificaran que los enterrados allí habían muerto de muerte natural, pero la disposición de los cadáveres y la historia contradicen dicha tesis.