Finalmente no había presuntos invasores pintando de blanco los árboles de los lugares que pensaban invadir. Lo que sí hubo fue el desalojo de los predios que negoció un estafador y una maniobra mediática para ambientar el resurgimiento del paramilitarismo.
Los ganaderos que ejercen con legitimidad su oficio en el Magdalena les pidieron a sus colegas dejar de crear mensajes confusos que dañan la imagen de su profesión.