Los guardianes admiten que pudo haber errores suyos, pero le atribuyen la mayor responsabilidad en la tragedia a la unidad de contratación de las cárceles, la USPEC, una división del Ministerio de Justicia, que está atrasada en la dotación de las cárceles y ni siquiera les había dado extintores.
Ellos piden que también les cuenten por las vidas que alcanzaron a salvar y que se le otorgue la responsabilidad que corresponda a la USPEC.