El teniente de Bogotá que trabajaba a órdenes de la banda Tren de Aragua no estaba contado entre los mil 300 uniformados que en la actualidad están siendo investigados, ni de los cien a los que se les han identificado posibles relaciones con narcotraficantes.
A la anterior cuenta debemos sumarles otros 40 que no pudieron pasar con éxito por el detector de mentiras, que estaban a cargos de la administración de contratos y personal en la dirección de la Policía.