Tres jóvenes que han perdido parcialmente su visión por acciones del Esmad en este paro cuentan su historia, que se unen a la del padre de otra víctima de hace tres años, que asegura que luego de la lesión su hijo ha sido perseguido.
El padre que sufrió al lado de su hijo insta a las nuevas víctimas a no dejarse paralizar por el miedo y combatir el estigma que se quiere crear contra ellos por haber hecho parte de una manifestación.