Dormir mínimo ocho horas es necesario para que el cerebro no sólo recupere su ritmo diurno, sino para que el cuerpo cumpla otras funciones que está programado para hacer en función de descanso.
Dormir mínimo ocho horas es necesario para que el cerebro no sólo recupere su ritmo diurno, sino para que el cuerpo cumpla otras funciones que está programado para hacer en función de descanso.