Los mariachis, que antes de la pandemia hacían serenatas de amor, ahora le cantan al confinamiento. Arman sus conciertos en la calle, a la espera de que los vecinos les ayuden a ellos y a sus colegas que, por edad, están confinados.
Los mariachis, que antes de la pandemia hacían serenatas de amor, ahora le cantan al confinamiento. Arman sus conciertos en la calle, a la espera de que los vecinos les ayuden a ellos y a sus colegas que, por edad, están confinados.