Con la leve reducción de las cifras de hoy, que todavía no nos sacan de la alerta roja por ocupación hospitalaria, Bogotá espera entrar a un nuevo “valle” en la pandemia, es decir, un número no creciente de contagios diarios con los que el sistema puede lidiar, como lo hizo en el anterior pico.
La alcaldía y los epidemiólogos que la asesoran esperan que las cifras de ayer, que han sido las más altas de la ciudad, no vuelvan a crecer como hasta ahora y, por el momento, hay insumos para las UCI.