La oficina en la que se recibían las declaraciones del caso Uribe en la Corte Suprema de Justicia tenía instalado un micrófono en el techo que fue descubierto, casualmente, el mismo día en que se develó la nueva saga de chuzadas ilegales con equipos y personal del gobierno.
El aparato fue descubierto por una auxiliar del magistrado instructor y entregado a la Fiscalía en cuya custodia se encuentra en este momento.