En el espacio de desmovilización de Icononzo, Tolima, no sólo se estableció un taller para buscar el sustento de los exguerrilleros. Sus confesiones, este año, están dedicadas a hacer visibles las violencias contra las mujeres.
En el espacio de desmovilización de Icononzo, Tolima, no sólo se estableció un taller para buscar el sustento de los exguerrilleros. Sus confesiones, este año, están dedicadas a hacer visibles las violencias contra las mujeres.