El desorden de las EPS, que era habitual antes de la crisis, ha dejado a adultos mayores y más vulnerables frente al virus, deambulando por sus oficinas en busca del medicamento. Este es un ejemplo.
Noemí Ochoa, vive en Bogotá y de ella depende su madre de 80 años. Esta última sufre de Osteoporosis avanzada, y pese a la pandemia actual y el alto grado de contagio, Noemí tuvo que recorrer durante toda la semana Bogotá de lado a lado, esperando que la EPS Medimas le proporcionara el medicamento que su madre necesita.
“Esta fue una semana muy dura porque toda la semana estuve desde las 8 de la mañana llegando a mi casa a las 4 de la tarde puesto que me tocó ir a la IPS Primera de Mayo, Corvesalud de ahí salir para Teusaquillo. En Teusaquillo le dijeron que iban a conseguir el medicamento y lo mandarían hasta la casa”.
Pero nunca llegó y volvió a Teusaquillo donde le dijeron que en Bogotá no había el medicamento. “Al otro día salí y fui para Medimas de Pepe Sierra, que es donde autorizan, para pedirles el favor. Pero resulta que ese día supuestamente los empleados y todo el personal trabaja hasta las 5 de la tarde, llegué sobre las 2:30 y ya estaba cerrado”.
Al día siguiente regresó a Teusaquillo, donde le continuaban diciendo que nada podían hacer, la EPS insistía en que no tenían el medicamento.
Tras horas de insistencia de Noemí, y de recordarles que su madre sufre de dependencia a este medicamento le dijeron que en Fontibón podía conseguirlo, Y fue allí donde después de toda una semana, logró comprar el medicamento que mantiene a su madre estable.
“En estos días le he pasado queja a la Superintendencia de Salud pero pues lastimosamente ha sido negligente y en este momento se encuentra cerrada. He acudido a la Defensoría del Pueblo y he acudido a la Personería pero tampoco han puesto atención”.
No solamente consiguiendo el medicamento se demora días enteros, el procedimiento para que le hagan las prescripciones médicas también es tedioso y largo.
“Tengo que llevar esta orden donde el médico para que venga a visitarla a la casa, porque es médico domiciliario. Tengo que llevarla a Puente Aranda o Pepe Sierra para que me la autoricen toca dejarla cinco días. Después de los cinco días toca acudir a Global Ambulancias a pagar un bono para que el médico venga a la casa, después de eso el médico viene a la casa y formula la Oxicodona de 40 mmg y los medicamentos común y corriente.”
Todos los meses deben hacer largos recorridos para poder tener los medicamentos requeridos. Incluso en mitad de una pandemia y de cuarentena obligatoria en toda Colombia, Noemí debe poner en riesgo su salud y la de su madre saliendo a la calle en busca de ayuda de la EPS.
“Es negligencia de Medimas por no darle los medicamentos a tiempo. Hay mucha gente que en este momento tienen tratamiento con cáncer y diabetes y cuentan ellos que desde hace cuatro meses no le han tratamiento ni quimioterapias”.
En caso de no conseguir el medicamento, la madre de Noemí sufriría síndrome de abstinencia y debería ser trasladada a emergencias poniéndola en riesgo de contagio por Coronavirus pues entra en el grupo de personas de más alto riesgo.