Tal como Bayardo Sanromán, en la crónica de una muerte anunciada de García Márquez, una empleada bancaria anunció que la iban a asesinar, le dijo a la Fiscalía y al banco en que trabajaba, hasta que fue asesinada.
Tal como en la novela todo mundo sabía quién lo haría. Éste lo hizo y se suicidó en el acto, pero la familia de la víctima piensa que aun hay culpas que deben emerger en una investigación judicial.