Los neumólogos aseguran que el peor agravante de la epidemia es el pánico, porque, junto con el estrés, baja las defensas con las que la gran mayoría de humanos derrota al virus, que es menos letal que el de otras gripas, en cuestión de semanas.
Los neumólogos aseguran que el peor agravante de la epidemia es el pánico, porque, junto con el estrés, baja las defensas con las que la gran mayoría de humanos derrota al virus, que es menos letal que el de otras gripas, en cuestión de semanas.