Las operaciones de la llamada Dirección de Inteligencia de la Policía, durante el gobierno Duque, incluyeron la intrusión en las sedes diplomáticas de Venezuela en busca de supuestos espías a quienes no les pudieron comprobar si quiera que se pasan un semáforo en rojo.
Según los documentos a los que tuvimos acceso, los agentes de la DIPOL esculcaron los archivos de los consulados de la hermana república en Cartagena y Puerto Carreño y no pudieron incluir en sus informes nada más que opiniones.